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Código Prehospitalario

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Código Prehospitalario: Guía Completa para la Atención en Emergencias

En la atención de emergencias fuera del hospital, seguir un código prehospitalario bien definido es crucial para asegurar la supervivencia de las víctimas. Este conjunto de pasos estructurados guía a los Técnicos en Emergencias Sanitarias (TES) y otros profesionales a lo largo del proceso, desde el primer aviso hasta la transferencia final en el hospital. Aquí desglosamos las 10 fases clave del protocolo.

1. Alerta: Situación de espera

La fase de alerta se refiere al estado de espera y preparación. Los equipos de emergencia están listos para actuar, pero aún no se ha recibido la llamada de emergencia. Durante este tiempo, es vital mantener todo el equipo revisado y operativo, incluyendo ambulancias, dispositivos médicos y personal en guardia. En cualquier momento puede activarse la siguiente fase, por lo que la preparación constante es crucial.

2. Alarma: Recepción de la llamada

La fase de alarma comienza cuando el centro de coordinación de urgencias recibe una llamada de emergencia. Aquí, el operador telefónico hace preguntas clave sobre la naturaleza del incidente: número de víctimas, gravedad de las lesiones y riesgos inmediatos, como fuego o explosiones. Con base en la información recibida, el centro decide qué tipo de recurso enviar, desde una ambulancia de soporte básico hasta un equipo completo de soporte vital avanzado.

3. Aproximación: Llegada al lugar del incidente

En esta fase, los equipos de emergencia se movilizan hacia el lugar del incidente. La aproximación debe ser rápida pero segura, priorizando la integridad del equipo y de terceros. Es vital seguir las normativas de tránsito y mantener una comunicación constante con el centro de coordinación, informando sobre el estado del tráfico, el acceso a la zona y cualquier riesgo potencial que se observe desde el camino.

4. Control de la situación: Evaluación del riesgo

Al llegar al lugar, el equipo debe valorar los posibles riesgos antes de intervenir. Si el accidente es de gran magnitud, es necesario delimitar áreas de seguridad y asistencia. El objetivo es crear un espacio controlado donde el equipo pueda trabajar de manera eficaz y segura. Esta fase también implica decidir si se requiere ayuda adicional de bomberos o policía para asegurar el área.

5. Triage: Clasificación de las víctimas

Si hay múltiples víctimas, se aplica el método START (Simple Triage And Rapid Treatment) para clasificar rápidamente a las víctimas según la gravedad de sus heridas. Este método se basa en:

  • Si la víctima puede caminar.
  • Evaluar la respiración y la circulación.
  • Comprobación rápida del estado neurológico. Las víctimas se agrupan en categorías según la urgencia del tratamiento, desde las que requieren atención inmediata hasta aquellas que pueden esperar o no necesitan intervención.

6. Soporte Vital: Primeras intervenciones médicas

En esta fase, el equipo de emergencia aplica las maniobras de Soporte Vital Básico (SVB) o Soporte Vital Avanzado (SVA) según el nivel de formación y los recursos disponibles. Las prioridades incluyen:

  • Controlar las vías respiratorias.
  • Detener hemorragias.
  • Realizar reanimación cardiopulmonar (RCP) si es necesario. La intervención prioriza a los pacientes más graves, que ya han sido clasificados mediante el triage.

7. Estabilización: Preparación para el traslado

Antes de mover a la víctima, se debe garantizar su estabilización. Esto puede incluir la inmovilización con férulas, colocación de vendajes, o uso de dispositivos para asegurar la vía aérea. La correcta estabilización es fundamental para evitar agravar las lesiones durante el traslado. Una vez asegurado el paciente, se procede a su colocación en la ambulancia.

8. Transporte: Traslado al hospital

El traslado es una fase delicada, donde la comunicación constante con el hospital receptor es crucial. El equipo debe informar sobre el estado del paciente y el tiempo estimado de llegada. Durante el trayecto, el personal sanitario dentro de la ambulancia sigue monitorizando y estabilizando al paciente, garantizando que llegue en las mejores condiciones posibles al centro hospitalario.

9. Transferencia: Entrega en el hospital

Al llegar al hospital, el equipo de emergencia realiza la transferencia del paciente, entregando toda la documentación y el informe médico al equipo hospitalario. Este informe incluye detalles de las intervenciones realizadas, el estado del paciente y cualquier evolución durante el transporte.

10. Reactivación: Reposición de material y preparación

Después de completar la atención, es esencial reponer todo el material gastado durante la asistencia, así como realizar una limpieza exhaustiva del vehículo y los equipos utilizados. Revisar el estado de los dispositivos médicos y preparar todo para la siguiente emergencia garantiza que el equipo esté listo para responder con la misma eficacia.

Conclusión: El código que salva vidas

El código prehospitalario no es solo un protocolo, es una guía que maximiza la eficiencia y seguridad del equipo de emergencia, garantizando que cada víctima reciba la atención adecuada en el menor tiempo posible. Seguir estos pasos garantiza que el equipo trabaje de manera organizada y coordinada, optimizando los recursos y asegurando que, al final del día, más vidas puedan ser salvadas.

Este conjunto de acciones se ha perfeccionado con la experiencia y las mejoras tecnológicas, como la telemedicina, que facilita la intervención a distancia y mejora el resultado en situaciones de alta complejidad. El futuro de la atención prehospitalaria será aún más eficaz gracias a la integración de nuevas herramientas y la formación continua del personal.

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